La importancia de los hábitos saludables durante toda la vida

Cada etapa de la vida, junto a sus experiencias, va acompañada de cambios físicos y emocionales a los que tendrás que hacer frente. Unos hábitos de vida saludables pueden ayudarte a sentirte mejor, estar más sano y tener más energía para resolver todos los desafíos que se presenten.

La niñez

Es una de las etapas más importantes de las personas, sobre todo cuando hablamos de adquirir hábitos. Muchas de las pautas que se consiguen durante la infancia, suelen ser las que prevalecen en las siguientes etapas.

Los hábitos adquiridos durante la infancia suelen prevalecer más adelante. Dos de los más importantes son una alimentación nutritiva y equilibrada acompañada de actividad física diaria.
Hoy en día se está generando un ocio más sedentario, lo que dificulta que los niños y niñas realicen los 60 minutos de actividad física al día que se recomiendan para su edad. Es importante encontrar cada día un rato para jugar al aire libre, aprender algún deporte o compartir paseos con los más pequeños.

En plena fase de crecimiento es esencial adquirir todos los nutrientes que el organismo necesita, así como ayudar a las defensas para que los niños y niñas puedan enfrentar cada día llenos de energía. Acostumbrarlos a comer de todo será clave para que más adelante puedan seguir con una dieta sana y variada.

Es esencial adquirir todos los nutrientes que el organismo necesita. Los principales beneficios de adquirir hábitos saludables durante la infancia son:

  • Prevenir el sobrepeso y la obesidad
  • Contribuir a desarrollar adecuadamente el sistema cardiovascular y el aparato locomotor.
  • Mejorar el rendimiento académico.
  • Mejorar las relaciones sociales con los demás niños y niñas.
  • Influir positivamente en la salud mental de las criaturas.

La adolescencia

Es una etapa de la vida muy importante, ya que en ella se experimentan muchos cambios a un ritmo acelerado. Empieza la adolescencia y damos la bienvenida a la pubertad, con todos los cambios físicos y sociales que esta conlleva. A nivel físico, la adolescencia es un momento clave, ya que es cuando acabamos la fase de crecimiento. De hecho, durante este periodo, se adquiere el 40-50% del peso definitivo y el 25% de la talla adulta. A nivel emocional se viven muchísimas cosas: exámenes, el inicio de la vida laboral, las primeras parejas, nuevos grupos de amigos, la propia aceptación…

La adolescencia es una etapa de muchos cambios físicos y emocionales. En el momento en el que los chicos y las chicas empiezan a tener más independencia y hacen más actividades fuera de casa, el deporte se convierte en un elemento esencial para que puedan desarrollar una buena socialización. La práctica de actividad física evitará futuros problemas de salud, ayuda a aumentar la autoestima y mejora la calidad del sueño.

Es probable que durante la adolescencia se empiece a salir con los amigos y las decisiones de cada uno se vean influidas por las de los demás. Es importante concienciar sobre una alimentación equilibrada y saludable para que les ayude a vivir su día a día de forma plena, evitando el alcohol, el tabaco, los ultraprocesados, etcétera.

Etapa adulta

Durante los años de adultez ya no se viven tantos cambios físicos, pero sí que se viven muchas situaciones que pueden generar altibajos emocionales como los cambios de trabajo, de pareja, de casa, la llegada de un bebé, la convivencia… Es un momento de tomar decisiones importantes, por lo que necesitamos que nuestra mente y nuestro cuerpo esté en un buen estado de salud.

El estrés es inevitable, y algunas veces positivo. Es importante aprender a gestionarlo, sentirnos fuertes y no dejar que sea este quien controle nuestra vida. Muchas veces, durante la adultez, ponemos el foco en temas como la pareja, los hijos o el trabajo y nos olvidamos de lo que realmente necesitamos nosotros mismos.

Es esencial encontrar tiempo para cuidarnos y poder escuchar nuestras necesidades. En la adultez tardía, que empieza a los 65 años, se comienzan a notar más cambios físicos, ya que es cuando el organismo empieza a experimentar el deterioro gradual de los diferentes sistemas corporales.

La vejez

La esperanza de vida es cada vez más elevada en todo el mundo, por eso cada vez hay más población en esta etapa. De hecho, según la OMS, “Entre 2015 y 2050, el porcentaje de los habitantes del planeta mayores de 60 años casi se duplicará, pasando del 12% al 22%.”. Durante la vejez se experimentan muchos cambios biológicos a causa del deterioro molecular y celular, que lleva a disminuir de forma gradual las capacidades físicas y mentales. Haber adquirido hábitos de vida saludables ayuda a mejorar las facultades físicas y mentales.

Pero en esta etapa no solo hay cambios biológicos, también se experimentan muchos a nivel de estilo de vida: la jubilación y la gestión del tiempo libre, la llegada de nietos, la pérdida de seres queridos, cambios de casa…

Haber adquirido hábitos de vida saludables como realizar ejercicio de forma periódica, seguir una dieta nutritiva y equilibrada o no fumar, contribuye a mejorar las facultades tanto físicas como mentales. Es muy importante continuar con estos hábitos durante la vejez para preservar la función cognitiva y retrasar la dependencia.